Álbum Galería del Terror (Salo, 1990)

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Álbum Galería del Terror (1990), nos presentaba un zombie “taquillero” en la portada.

El fin e inicio de una nueva década y la inminente llegada de la democracia supuso una explosión de ideas, de ganas de decirlo todo, y por qué no, llevar los límites de la libertad un poco más allá.

Como lo revisáremos en la reseña de los , Chile era un país mucho más conservador de lo que es en la actualidad, tanto como para escandalizarse por la publicación de un álbum de monstruos y seres grotescos, haciendo saltar las alarmas en los padres y apoderados de la época.

Salo acusó recibo del golpe tras aventurarse con el álbum Basuritas de 1989. Recordadas son las cartas al director publicadas en diversos diarios de la época de parte de apoderados, sindicando a la edición chilena de los Garbage Pail Kids como una influencia negativa para niños y jóvenes (nosotros en ese entonces).

Si bien en 1989 sólo puso su rúbrica en los sobres del álbum, en su segundo intento  no lo hizo por ninguna parte, resguardándose de cualquier nuevo ataque de parte de los padres. Se trataba de Galería del Terror, el álbum que vendía a continuar la moda que a inicio de los noventa, puso a lo “bizarro” sobre la mesa, para ser consumido vorazmente por nosotros, sus comensales.

El álbum constaba de tres partes principales:

  • Monstruos Clásicos: Nos presenta una serie de bicharracos muy conocidos e inspirados en la era de oro del cine de terror, como Drácula, Frankestein, La Criatura de la Laguna Negra, la Momia, entre otros. Asimismo, otros provienen de leyendas o simplemente de cuentos urbanos o clichés del cine de terror más actual.
  • Monstruos Kid’s: El segundo gran bloque del álbum nos presenta a los mismos monstruos de la primera parte, pero en su versión “kid” o infantil.
  • Picadillos del Terror: El tercer segmento y presente como divisor de los dos anteriores, nos presenta una serie de esperpentos autoadhesivos que debían canjearse con un cupón que aparecía en los sobres + $50.
Picadillos del Terror, un verdadero popurrí de esperpentos.

Las láminas tenían bordes de colores, rojo, azul o amarillo. Podías tener, por ejemplo, un “Barco Fantasma” con borde amarillo y otro con borde rojo.

Cada pie de lámina tenía el nombre del monstruo, su nombre en latín (estilo museo), y una descripción de su aspecto y personalidad. Una delicia para complementar las entretenidas ilustraciones realizadas por el ilustrador Karto, el mismo de los Cuadernos Colón; en colaboración con Yo-Yo. 

Revisa todas las páginas del álbum en la siguiente galería:

TRIVIA: En la esquina inferior derecha del álbum, está la imagen de un fantasma, el que adquirirá movimiento si pasas las páginas del álbum rápidamente.

Comercial

Como todo buen álbum ochentero, Galería del Terror no se quedó abajo de la caja de rayos catódicos. El metraje nos presenta a un niño comprando el álbum en su quiosco favorito, el que es atendido por una monstruo peludo bastante deforme (pobre hombre bajo el disfraz, imagino lo sopeado que debe haber quedado).

Al abrir el álbum, una garra ataca al cuello al niño. Luego de soltarlo, reza la frase “álbum Galería del Terror, colecciona sus figuritas y pásalo de miedo”. Finalmente, el locutor reta a atreverte a coleccionarlo.

Revísalo en le siguiente video, cortesía de la web amiga blaster.cl

¿Pudiste coleccionarlo? ¿Cuál fue tu monstruo favorito?