Hablar de La Gran Captura Copec, es sinónimo de entretenimiento más allá del coleccionismo. Es la unión perfecta entre la pasión por los álbumes y los juegos de mesa. Ven y recordemos esta gran promoción de 1987.
Luego de un exitoso debut a inicios de 1986, y en donde Copec pudo ponerse a la delantera de su competencia, Shell y Esso; la banda de Mr. Kill y sus secuaces volverían recargados, pero esta vez en la forma de un entretenido juego de mesa coleccionable.
¡Así es! Esta vez, y en una entretenida continuación del relato original, los villanos huían de la cárcel poniendo al sabueso Benito Clarck tras su búsqueda y recaptura. Este argumento, daba el pie perfecto para el lanzamiento de un juego de mesa, el que debías ir completando con las láminas conseguidas en los sobres tras cargar bencina, diesel o comprar parafina.
Para difundir la promoción, y junto al comercial de televisión de rigor, Copec distribuyó un periódico entre quienes cargaban bencina, en donde se informaba la huída de Mr. Kill y su banda, y donde de paso, se nos informaba de la promoción y de cómo recapitular a los pillos.
La Gran Captura Copec, un juego que llegó más allá de los autos
Como bien supondrás, la Gran Captura Copec era una promoción dirigida principalmente a aquellos consumidores que tenían auto, escenario que en el Chile de los ochentas, no era tan masivo como lo es hoy.
Sin embargo, tanto el juego como los sobres, eran entregados igualmente a quienes compraban parafina, lo que amplió enormemente el universo de participantes de esta gran captura.
Asimismo, no era raro que en acuerdo con algún bombero amigo de alguna estación de servicio, nos vendiera algunos sobres sin necesidad de cargar ni comprar algún combustible. ¡Benditos ochentas!
¿Cómo se canjeaba La Gran Captura Copec?
Por la compra de $1.000 de cualquier combustible en las estaciones adheridas a la promoción, recibías un coleccionador (juego) y un sobre. Al interior, conseguías las láminas de cartón dúplex cuadradas, que eran para pegar en el juego.
Al recibir el coleccionador, este venía vacío, y sólo con los espacios para colocar cada una de las láminas, que representaban a uno de los 50 casilleros del juego. En la medidas que ibas llenándolo, iba revelándose la imagen completa del juego, la que además de contener una serie de trampas, nos mostraba a los vehículos de nuestros villanos favoritos.
Cada lámina correspondiente a uno de los vehículos de los villanos, tenía impresa en su parte inferior una patente, la que podías comparar con una “Lámina patente” que venía en cada sobre. Si ambas coincidían, ¡habías logrado recapturar a un villano!
Los premios, iban desde dinero en efectivo, hasta bicicletas y autoadhesivos de los vehículos de los villanos.
Un juego para recordar y atesorar
Sin duda, La Gran Captura Copec fue un juego que nos divirtió por muchas tardes, sobre todo en una época en que los juegos de mesa tenían un espacio asegurado en los momentos de ocio de los niños.
Al igual que las Fórmulas Mágicas del Magogurt de Nestlé, la Gran Carrera Espacial de Robotech o la Gran Aventura Espacial de Pepsi, la Gran Captura Copec se sumó a un selecto grupo de juegos de mesa proveniente de promociones que coronaron una década llena de mercadeo abundante y novedoso.
De factura sencilla, el juego es una carrera con 50 casilleros en donde hay diversas trampas y obstáculos, y donde deberás llegar a la frontera (casilla 50) para huir definitivamente.
Como su funcionalidad era ser un coleccionable y a la vez un álbum, éste no tenía láminas claves, para así poder completarlo y disfrutarlo como juego de mesa.
Porta y su ilustrador, Carlos Cárcamo Luna
Al igual que en La Gran Recompensa Copec, la agencia encargada de la creación conceptual de la promoción fue Porta, y en donde su dueño, Raúl Menjíbar, estuvo detrás de la creación de este particular universo.
Para ello, se requirió del talento del diseñador gráfico Carlos Cárcamo Luna, quién nuevamente tomaría los pinceles y daría vida a esta nueva encarnación de estos entrañables personajes.
Una promoción que logró que Copec rompiera un paradigma, en donde las petroleras vinculaban sus promociones sólo a ítems para la casa como platos, vajillas o artículos para el veranos, como quitasoles, pelotas de playa o toallas.
A partir de ese punto, las bencinas comenzaron a vincularse con productos más relacionados a los hijos de los dueños de los autos, y en donde los Transformers, los Superautos, o los plumoncitos Staedtler, fueron parte habitual de su mercadeo.
El comercial de La Gran Captura Copec
Y como toda buena promoción, un lúdico comercial de televisión fue lanzado para dar a conocer esta nueva etapa en las andanzas de Mr. Kill y los suyos. En él, vemos la introducción de un nuevo personaje, el investigador Benito Clarck, quién tras ingresar en una caseta telefónica, es comisionado para detener a los pillos tras su huída.
Al finalizar el spot, y muy en la usanza de series como Misión Imposible o el Inspector Gadget, la caseta se autodestruirá luego de haber sido entregado el mensaje, dejando a Clarck encerrado mientras un humo emana de la misma.
Clarck aparece en el diario promocional en una ilustración donde aparece junto a su conejo, el que aparece en la lámina 22 del juego.
A continuación, puedes ver el comercial aquí.