Corría 1994 y la fiebre del cable comenzaba a surgir lentamente con productos mediocres y artesanales como “Tecnocable”. Cómo no recordar aquella humilde revista ¿mensual? que cada mes dicha empresa entregaba a sus subscriptores para informarse sobre la programación. Un personaje de culto, “Tecnoman”, fue uno de nuestros favoritos para huevear en esa época.
Pero no es sobre Tecnocable que deseo hablar, sino de una de las “joyitas” que se derivaba de él: Unovisión. Se trataba de un canal argentino, cuyo lema era “Imagen en movimiento” (sería por aquello de las cachas en pantalla) el que a contar de las 12 am de los viernes y sábados comenzaba su franja “erótica” con programas y películas subidas de tonos … aunque el 80% estaban editadas para no mostrar imágenes explícitas.
Imaginen a un grupo de pendejos pajeros de 12 a 15 años con ese diamante en bruto en sus manos. En la era pre – internet esto equivalía a que un emisario golpeara tu puerta y te dejara un maletín lleno de porno, sólo para tí y tus amigos. Obviamente era comentario obligado los sábados y domingos por la mañana.
Esto hizo que naciera una nueva “camada” de ídolos cacheros, esos que se repetían en casi todas las películas, conseguidas en vhs recontra pirateados o vistas en el cable … algunos de ellos perduran hasta hoy en el inconsciente colectivo de la calle Julio Verne. A continuación, listaré a dos para comenzar con una breve explicación, los próximos días vendrán los otros.
Nro 1: Sinello Mentor (AKA Sin City)
Este tipo era un cachero síquico que tenía una especie de club donde la gente iba a hacer realidad sus fantasías. Aparecía a lo Carlos Pinto entre bruma y niebla, y era muy enigmático. Un Gentleman de la cacha …la frase “May I help You?” (¿Puedo ayudarles?) se sumó a un sinnúmero de oraciones tomadas de las películas como “¿Quieres unírtenos? y llegó a su punto máximo cuando Marmolina y su auto mágico llegaron a Barón … obviamente esta escena fue recreada una y otra vez en su vehículo.
Nro 2: Félix
Este hombre salía dentro de la película “Sin City” y era como un guía cachero medio ahuevonado. No follaba pero nos daba risa la cara weona que tenía. Además flotaba y andaba con unos calzoncillos ridículos todo el tiempo.