Los ochentas fueron, sin duda, una época por excelencia para el comercio de juguetes piratas o alternativos; debido principalmente, al alto precio de los originales. Persas, ferias o el comercio ambulante, eran la fuente que nos proveía de tales bellezas del arte de la copia.
En 1986, durante plena fiebre de los Transformers, nuestro comercio local se llenó de copias de todo tipo de esta recordada serie de animación, cuyos juguetes eran importados por la desaparecida firma Abramowicz.
Fue así como la Navidad de 1986 estuvo cargada de versiones de dudosa calidad de Optimus Prime y los suyos, y en donde hubo dos productos que destacaron por tratarse de unos que no eran necesariamente parte de la animación, pero sí de sus productos de mercadeo relacionados.
Me refiero a los inolvidables Walkie Talkies en cuya caja aparecía Soundwave, y de los cuales me referiré en un artículo posterior; y al inolvidable reloj Transformers, presente tanto en el comercio callejero como en las relojerías del comercio establecido.
Llegó la hora de transformarse
Uno de los artículos más deseados por los niños de los ochentas, eran sin duda, un reloj de cuarzo. Este sencillo aparato, que en la mayoría de las veces sólo daba la hora y nos mostraba la fecha; era suficiente para hacernos sentir especiales entre nuestros pares.
Ahora, si este aparato mezclaba tu serie favorita y el honor de portar un reloj; se daba la mezcla perfecta para sentirte la vedette del barrio.
Y fue precisamente esa combinación goleadora la que se tomó el comercio de ese año, presentándonos un humilde reloj que en su primera vista, no era nada más que un indicador de la hora, pero que al desmontarlo y mover algunas de sus partes, tendríamos un fabuloso robot en miniatura, con el que podía jugar por horas.
Este robotito, manufacturado en varios colores (rojo, negro, plateado, azul y blanco); fue el deseo de muchos niños de los ochentas, el que por cierto, era arriesgado portar en el colegio pues era un imán de la atención de los demás niños (y de paso, el profesor podía quitártelo por distraer al resto).
Reloj Transformers, una ideo no tan original
Sin embargo, y como podrás suponer, esta maravillosa invención no fue creación de alguna empresa en particular, sino una copia del Kronoform de Takara; reloj robot de iguales características comercializado por los creadores de los Transformers.
Este reloj fue parte de los productos oficiales en el catálogo de los Transformers, algunos como Walkie Talkies, lentes de sol y relojes. Muchos de ellos, canjeables sólo a través de los puntos que traían las cajas de los juguetes y sólo en Estados Unidos.
Kronoform oficial de Takara, en su único color plateado. Hoy, a un precio inalcanzable.
Desconozco si en Chile tuvimos la versión original, aunque sí recuerdo haber visto en la vitrina de Niñolandia de Viña del Mar, los Walkie Talkies con forma de Optimus Prime. Si recuerdas haberlos visto, déjame tu experiencia en los comentarios.
No sólo de robots vive el hombre
Si bien la popularidad de este reloj robot fue masiva en Chile, también lo fue la de su compañero de batallas. Me refiero con esto al avión reloj, comercializado a la par de su hermano robot y en los mismos colores.
Su mecánica y funciones eran prácticamente las mismas, pero a diferencia del robot, éste escondía su apariencia bajo la forma de un F-15, similar a los seekers de los Transformers, con solo un par de movimientos.
En la actualidad existe una versión moderna que se ha extendido bastante, y que de cierta manera, podría rememorar a este verdadero clásico ochentero. Es muy común encontrarlo en eBay a un precio muy accesible.
Su apariencia, es similar, pero los botones están en la parte superior del lcd, y su cara tiene un aspecto muy similar a Optimus Prime.
Asimismo, y dada la popularidad a nivel mundial de este reloj, existe un sitio en donde te puedes descargar los archivos para imprimirte tu propio “Robot Watch” en tu impresora 3D. ¡Fabuloso!
Si cuentas con el equipo necesario, puedes echarle un ojo aquí.
Sin duda, tener uno de estos sencillos artículos en los ochentas te hacía sentir muy especial. En un momento en que los juguetes oficiales eran carísimos, contar con uno de ellos te permitía sentir que poseías un pedacito de tu serie favorita en tus manos.
Hoy por hoy, tanto el reloj robot cono el reloj avión, se han transformado en piezas que todo retrocoleccionista quisiera tener en su poder.
¿Tuviste este inolvidable reloj? ¡Déjame tu historia en los comentarios!